Pueden leer un extracto de la entrevista exclusiva de GRIP con Stanislas Wawrinka. El suizo habla de Federer, la Copa Davis, sus visitas a Buenos Aires y habla de sus amigos en el circuito. No te la pierdas en la edición 330 de la revista.

Tierra en esta

Por Lucas Argüelles Fotos por Sergio Llamera

 

Cuando estés listo, comenzamos.” “Estoy listo.” Así, sin preámbulos comenzó la entrevista con uno de los jugadores más respetados por sus pares, y uno de los preferidos del público: Stanislas Wawrinka. Tuvo la “desdicha” de nacer en Suiza –más precisamente en Lausana, el 28 de marzo de 1985–; es coterráneo y contemporáneo nada menos que de Roger Federer. Para cualquiera podría ser un motivo de angustia. Después de todo, vivió, vive y vivirá opacado por el más grande de la historia de este deporte. Pero Stan, the Man no parece tomárselo de esa manera. Por el contrario, aprovecha ese beneficio, y si bien no es amigo cercano de Roger, no perdió el tiempo a la hora de compartir entrenamientos, charlas y hasta una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing. Wawrinka la pasa muy bien en tierras sudamericanas. No por nada esta es la segunda vez –“tercera”, me corrige rápidamente cuando comento el error de cálculo– que elige jugar la gira de tierra en esta parte del mundo, lejana a su Suiza natal.

 

Le gusta el ambiente, dentro y fuera del torneo, la superficie y la calidez del público. En Buenos Aires siempre se lo exhibió como una de las figuras del certamen, y la gente siempre lo ha reconocido. Pero fue este año que se metió de lleno en el corazón de los argentinos a fuerza de tenis, sencillez y retribución de afecto. Y mal no le fue: alcanzó la final y perdió en tres con el muro David Ferrer. El suizo es un jugador muy interesante para ver. Es uno de los más potentes del circuito, pero a su vez es dueño de una técnica muy natural, que encuentra su máxima expresión en el exquisito revés a una mano. En el debe de Wawrinka sin duda aparece la poca cantidad de títulos: apenas tres, un número que sorprende, dado su reconocida calidad y consistencia en el circuito. Pero eso parece no desesperarlo. De hecho, nada parece hacerlo.

 

Mientras se juega la qualy del ATP de Buenos Aires y minutos antes de hacer las veces de asador en una acción comercial dentro del torneo, Stanislas nos recibe con una relajación extrema, y se toma su tiempo para contestar cada pregunta en un casi perfecto inglés, con la mejor sonrisa. Como debe ser.

 

Ha sido un “largo” 2013 hasta ahora para vos, me refiero a los partidos extensos que te tocaron jugar al comienzo de esta temporada. ¿Tenés miedo de ser recordado como “el tipo que jugaba partidos largos”?

 

(Sonríe.) No, no es problema para mí. Es lógico que se hable de esas cosas. El primero fue increíble, ante Djokovic, en la central de Australia (NdeR: cayó 10-12 en el quinto set, luego de 5 horas 2 minutos), y el otro fue el dobles en la Copa Davis (NdeR: perdió junto a Marco Chiudinelli ante Tomas Berdych y Lukas Rosol tras 7 horas y 2 minutos de juego, y se convirtió en el match más largo de la historia de la Copa Davis). Eran partidos importantes. Pero en el pasado también tuve varios matches largos, tanto en el circuito como en la Copa Davis. Entonces, ese apodo no me molesta para nada, no es un problema ni muchos menos. Sé que puedo jugar partidos largos y eso es bueno. Obviamente, prefiero estar poco tiempo en cancha y ganar, pero siempre peleo hasta el último punto. Quizás por eso termino teniendo partidos largos.

 

Encontrá la entrevista completa con Stan Wawrinka en el #330 de GRIP, que está en todos los kioskos.

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